En Galopín tenemos una conexión innata con la madera. En su primera salida al campo, el niño agarra un palo y lo convierte en caballo, bastón, espada, jabalina... Además de estimular nuestra imaginación, la madera, elemento vivo, nos conecta con la naturaleza e impulsa la biofilia. Fuente de bienestar emocional, resulta imprescindible facilitar el contacto de este material con los menores. Elemento esencial en los nuevos conceptos de economía circular, la madera se pude reciclar indefinidamente, ayuda a reducir los gases de efecto invernadero y requiere poca energía para su transformación. Envejece dignamente con muy pocos cuidados y mantiene su robustez a lo largo de los años. Desde el principio manipulamos y tratamos la madera como lo haría un carpintero artesanal. Esta gama presenta tres variantes, que realzan el protagonismo del material. En Natura, los postes reciben un tratamiento que acentúa los perfiles rectos y el carácter constructivo. En la variante Robinia, el respeto a la forma circular pone en valor esta madera sostenible y nos transporta a mundos de aventura y fantasía. Finalmente, y como homenaje a la Naturaleza, Ecopark convierte el diseño en una herramienta para respetar el entorno, ya que con unos elementos mínimos –cuerdas, piezas de madera- se configuran juegos certificados que parecen surgidos como una prolongación de las formas naturales del bosque.
No podemos olvidar de dónde venimos, ni perder el contacto con el medio natural. Además, sabemos que la naturaleza cura. Por eso en Galopín también somos expertos en lenguaje de la madera como materia prima. La gama Natura, con su escuadría contundente y una técnica constructiva inspirada en la vieja carpintería de armar transmite robustez y tradición. Además, está íntegramente realizada de madera proveniente de bosques certificados, propiciando la reducción de las emisiones de CO2 a la atmósfera, así del consumo de energía en su proceso de producción.